Sólo hay que esforzarse un poco para encontrar algún solar vacío en el que pudiéramos construir ese oasis de paz, este espacio tan especial para cultivar nuestras frutas y hortalizas. Muchos están vacíos, sin utilidad. Podemos acudir o llamar al ayuntamiento de nuestra localidad para que nos informe de la situación de los solares disponibles e incluso que nos ayude a buscar. Únete a vecinos que tengan las mismas inquietudes que tú y tendréis más fuerza. Una asociación de vecinos puede sernos de gran ayuda.
Ya encontrado el lugar preparaos para disfrutar de un oasis de paz en medio del ruido. Trabajaréis con gusto por cultivar los mejores frutos que haya dado jamás un huerto... porque lo que se hace con amor y dedicación es lo que tiene mejor resultado.
Mirad qué felices son de haber tomado la decisión de crear su pequeño huerto: